Cuando usted es deportista de alto rendimiento, es indispensable tener estrategias de entrenamiento mental para el manejo de sus emociones. Aquí encontrará algunos trucos que le serán de utilidad.
Todos sabemos que para cualquier deportista que quiera destacarse dentro de su disciplina deportiva es fundamental el entrenamiento mental. La diferencia entre un deportista de élite y un deportista del común la establecen en más de un 80% sus capacidades mentales y emocionales.
En este mundo globalizado no existen secretos, los deportistas tienen acceso a los mejores entrenamientos, técnicas, metodologías y toda la tecnología que permiten un mejor desarrollo en la formación integral de su formación. El manejo y control emocional es imprescindible a la hora de sortear situaciones propias de la práctica deportiva y de seguro le permitirá tener un mejor desempeño, para obtener los resultados que espera y alcance el triunfo.
Aquí encontrara algunos trucos que le serán de utilidad para el manejo emocional:
– El auto-diálogo negativo es su peor enemigo. Aprenda a reconocer cuando esto ocurre y enójese si usted está pensando negativamente. Utilice este estado emocional para transformar los pensamientos negativos en positivos.
– Utilice su enojo para concentrarse con mayor intensidad en lo que va a hacer más allá de quedarse en el error que acaba de cometer.
– Use la visualización para practicar el manejo de situaciones que le hayan causado malestar en el pasado. Imagínese manejando estas situaciones en forma exitosa.
– Cuando la rabia lo esté sobrepasando, haga algo diferente para romper el patrón que se está estableciendo en ese momento de la competencia. Amarre sus cordones, cuente hasta 10, respire profundo y lentamente. Recuerde momentos de desempeño positivo, no permita que estos estados sean permanentes, haga que si aparecen sean transitorios y no surjan en los momentos cruciales de la competencia.
En próximas entregas hablaremos de otras herramientas emocionales de utilidad para todos los deportistas. Recuerde, no dude en buscar un profesional en entrenamiento mental que pueda ayudarle a organizar sus emociones.
Si usted es constante, disciplinado y hace del entrenamiento mental una prioridad, con total seguridad ¡El éxito estará pisándole los talones!
En este mundo globalizado no existen secretos, los deportistas tienen acceso a los mejores entrenamientos, técnicas, metodologías y toda la tecnología que permiten un mejor desarrollo en la formación integral de su formación. El manejo y control emocional es imprescindible a la hora de sortear situaciones propias de la práctica deportiva y de seguro le permitirá tener un mejor desempeño, para obtener los resultados que espera y alcance el triunfo.
Aquí encontrara algunos trucos que le serán de utilidad para el manejo emocional:
– El auto-diálogo negativo es su peor enemigo. Aprenda a reconocer cuando esto ocurre y enójese si usted está pensando negativamente. Utilice este estado emocional para transformar los pensamientos negativos en positivos.
– Utilice su enojo para concentrarse con mayor intensidad en lo que va a hacer más allá de quedarse en el error que acaba de cometer.
– Use la visualización para practicar el manejo de situaciones que le hayan causado malestar en el pasado. Imagínese manejando estas situaciones en forma exitosa.
– Cuando la rabia lo esté sobrepasando, haga algo diferente para romper el patrón que se está estableciendo en ese momento de la competencia. Amarre sus cordones, cuente hasta 10, respire profundo y lentamente. Recuerde momentos de desempeño positivo, no permita que estos estados sean permanentes, haga que si aparecen sean transitorios y no surjan en los momentos cruciales de la competencia.
En próximas entregas hablaremos de otras herramientas emocionales de utilidad para todos los deportistas. Recuerde, no dude en buscar un profesional en entrenamiento mental que pueda ayudarle a organizar sus emociones.
Si usted es constante, disciplinado y hace del entrenamiento mental una prioridad, con total seguridad ¡El éxito estará pisándole los talones!
Escrito por: Dr. Christian Muñoz Farías